Bolivia inició el 2020 en medio de una crisis política, con una administración interina liderada por Jeanine Añez, quien asumió el poder durante la crisis política que terminó con la administración de Evo Morales en noviembre de 2019. El 10 de marzo, el gobierno identificó el primer caso de COVID-19 en Bolivia. La rápida respuesta inicial de la administración de Añez se vio empañada por casos de corrupción, un sistema de salud pública inadecuado y la resistencia de ciudadanos y políticos. Este ensayo se enfoca en el carácter sin precedentes de una doble-crisis en Bolivia: una crisis de salud, precedida y agravada por una crisis política. Las crisis presionaron intensamente al gobierno boliviano. Las elecciones presidenciales del 18 de octubre, tres veces reprogramadas, devolvieron el poder al Movimiento al Socialismo (MAS) con una victoria decisiva bajo el liderazgo del exministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, y del excanciller, David Choquehuanca. Revisamos las consecuencias de los acontecimientos del año en el desarrollo humano y económico y concluimos anticipando los desafíos futuros.