En 2020, Venezuela pasó por un proceso de consolidación autocrática. Esta consolidación ha ocurrido en medio de reformas económicas sustanciales que han permitido al gobierno de Nicolás Maduro subsistir a la presión nacional e internacional. En este artículo analizamos el proceso de consolidación autocrática que se ha concretado en el último año. Explicamos como, al enfocarse en el establecimiento de un gobierno interino, la oposición venezolana fue incapaz de coordinar una estrategia inclusiva para desencadenar una transición exitosa a la democracia y en cambio se dividió aún más. Analizamos las transformaciones económicas que ha vivido el país producto de políticas de liberalización fragmentada, a través de privatizaciones opacas y un sistema multi-moneda, que han sido resultado de una profunda recesión, el colapso de la economía petrolera y sanciones. Finalmente, discutimos las implicancias de estos procesos políticos y económicos para la base social del país. Resaltamos que, a pesar de los intentos de criminalizar el activismo social autónomo, la relativa fuerza de la sociedad civil ha permitido la subsistencia de espacios democráticos mínimos que han facilitado diálogo y resistencia.