Según sostiene Bernardino Bravo en las páginas que siguen, sólo tres importantes crisis, con el consiguiente derrumbe del régimen de gobierno, se han producido en los cuatro siglos de historia chilena. La primera en el siglo XIX, a raíz del proceso de Independencia, y las otras dos en el presente siglo, en los años 1924 y 1973. Al realizar este análisis histórico, el profesor Bravo se detiene en cada uno de esos tres momentos, para concluir en las últimas páginas con algunas perspectivas institucionales como consecuencia de la crisis de 1973 y la posterior aprobación constitucional de 1980. Entre otros aspectos, el autor afirma que una de las principales novedades de esta Constitución está en la regulación de los partidos políticos "a los que en 1833 se ignoran por completo -dado que no existían- y en 1925 escasamente se mencionan en una sola oportunidad".