Colombia sigue siendo un país de contrastes marcados. El año 2007 fue uno en el que brilló el desempeño económico y a la vez uno de los más sombríos en términos de la situación de orden público. Sobresale la incapacidad del gobierno y las FARC para acordar un acuerdo humanitario que permita la liberación de los secuestrados en poder de la guerrilla. Igualmente, son notorios los avances en el proceso de desmovilización de los paramilitares que han permitido que se sepa la verdad sobre innumerables crímenes y sobre el involucramiento de múltiples políticos con los ejércitos paramilitares.