El mapa de Chile y el plano de Santiago en la obra atribuida a Juan Ignacio Molina de 1776: los manuscritos perdidos.
DOI:
https://doi.org/10.4067/S0718-34022018000100033Palavras-chave:
Juan Ignacio Molina, Giuseppe Mancini, Giovanni Fabbri, Cartografía, JesuitasResumo
En la obra “Compendio della Storia geografica, naturale e civile del Regno del Chile” publicada en 1776 en forma anónima por el entonces ex jesuita Juan Ignacio Molina, se adjuntaron algunos mapas, planos y grabados, todos firmados por Giovanni Fabbri aunque atribuidos a Molina, en específico, un mapa de Chile, y un plano de la ciudad de Santiago. La razón de la atribución de Molina pese a no ser cartógrafo, se debe a que pudo ser el creador intelectual, coincidente por su condición de conocedor del espacio descrito, por lo que el nombre de artista, Fabbri, quien nunca estuvo en Chile, pasó a segundo plano. Sin embargo, un reciente hallazgo de nuevos manuscritos, permite descubrir que las referidas piezas, fueran realizadas por otro artista, Giussepe Mancini, quien supo representar tanto el territorio de la gobernación, así como su capital, siguiendo las instrucciones del sacerdote chileno, es decir, puso la ciencia cartográfica al servicio de la representación e imaginario de un intelectual que recordada su patria desde el exilio.